¡Socorro, el inquilino se ha tomado mi casa!
Hemos visto en los últimos tiempos una verdadera avalancha de inquilinos «morosos habituales», que evaden hábilmente pagar la renta a base de vanas promesas, cheques sin fondos, actitudes escurridizas y hasta amenazas, ya sea directas o vedadas. También hemos notado como ocurren verdaderas usurpaciones al amparo, real o fingido, de la delincuencia organizada. Los preocupados …