A menudo mis clientes me comentan malas experiencias, relacionadas con trámites fallidos de petición de residencia americana para familiares, a causa de una pésima asesoría recibida o de una inconsulta decisión personal.
La primera recomendación que les hago es aprovechar los valiosos beneficios de la era digital, que nos permite acceder con facilidad a muchos sitios web, tanto privados como oficiales, donde rápidamente encontramos información en lo relacionado con trámites migratorios hacia la gran nación del norte e incluso hacia otros países.
¿Qué logramos con esto?
En primer lugar, podemos obtener información seria y confiable, proveniente de:
- Sitios web oficiales:
Asesoría Migratoria USA online
- Sitios privados reconocidos:
Esto nos permite partir de bases sólidas al momento de analizar un caso específico de nuestro especial interés, relacionado con el tema migratorio, algunas veces con la opción de hacer comentarios y consultas al mismo sitio web, sin costo alguno y con la garantía de una asesoría acertada y – sobre todo – apegada a la legalidad y nuestros bien entendidos intereses personales o familiares.
En segundo lugar, nos permite “corroborar” la veracidad y/o pertinencia legal de la asesoría que ya hubiéramos recibido, al confrontarla con el contenido de artículos o temas que traten de casos idénticos o muy similares, que aparezcan en dichos sitios web; de manera que no resultemos perjudicados (sobre todo económicamente), a raíz de una mala asesoría proporcionada por desconocimiento sobre la materia, negligencia o malicia.
CONSEJOS UTILES PARA PETICION DE RESIDENCIA AMERICANA
Algunos consejos útiles que al respecto del tema de petición de residencia americana para familiares puedo consignar, son los siguientes:
1. Los residentes permanentes legales (entiéndase con Green Card) únicamente pueden pedir la residencia para su cónyuge e hijos solteros.
Incluso para hijastros solteros [no: “hijos de crianza”, menores o incapaces bajo tutela, etc.], siempre que cumplieren requisitos legales especiales.
2. Solamente los que ya fueren ciudadanos estadounidenses pueden también tramitar residencia para sus: hijos casados, padres, madres y hermanos. Incluso pueden tramitarla para: prometidos en matrimonio, hijastros solteros o casados, padrastros y madrastras, aunque bajo ciertos requisitos legales especiales, diferentes para cada caso concreto.
3. Consecuentemente, ni siquiera los ciudadanos pueden tramitar directamente residencia para: tíos, sobrinos, nietos, primos, abuelos, padrinos, etc. Algunas veces sucede que al pedir residencia para un hijo o un hermano se incluyen también los nietos o sobrinos, pero eso es una situación diferente.
4. Si alguno de los familiares mencionados en los numerales 1 y 2, ya se encontraren ilegalmente dentro de los EUA ya no podrán ajustar su estatus, salvo los raros casos de la Ley 245 cuya posibilidad de acogerse caducó el 30 de abril de 2001, o los delicados trámites de solicitar Estatus de protección temporal (TPS) o aplicar a un Perdón por causas de Inadmisibilidad, todo lo cual cuesta mucho tiempo, grandes esfuerzos y dinero, con resultados muy inciertos. Por lo tanto, en estos casos especiales, habrá que asesorarse con un abogado norteamericano especialista en materia de inmigración, antes de hacer cualquier trámite al respecto, para no lamentarse después.
Ahora bien, en el caso que estuvieren legalmente dentro de los EUA y pudieran mantener dicho estatus durante toda la tramitación de residencia, deben quedarse allí hasta obtenerla. En caso contrario, deben salir de los EUA dentro del plazo que tiene para abandonar el país legalmente y esperar pacientemente su ansiada residencia.
5. Si alguien entró legalmente como turista y allí se casó con un residente permanente no puede esperar la tramitación de residencia dentro de los EUA. Debe regresar a su propio país y, en su momento, se le notificará la finalización del trámite. Es mejor ser paciente a contemplar rotas bellas ilusiones, todo debido a vanos apresuramientos y decisiones desatinadas.
6. Si un residente permanente obtiene la ciudadanía norteamericana mientras se encontraba tramitando residencia a un familiar, obviamente su nueva situación jurídica hará que el trámite sea mucho más ágil y sujeto a beneficios o alternativas que antes no tenía a su alcance.
CAUSALES DE DESCALIFICACIÓN
En cualquier país del mundo y por obvias razones de seguridad nacional, los antecedentes policiales y delincuenciales son graves obstáculos para la adjudicación de una residencia. Tramitarla en estos casos requerirá de una asesoría muy especializada, engorrosa, dilatada en el tiempo, costosa y de resultados inciertos, como es el caso del mencionado Perdón por Causas de Inadmisibilidad.
Incluso pueden ser descalificados los ciudadanos o residentes temporales que estuvieren tramitando residencia para un familiar, si ellos mismos tuvieren un record delincuencial, especialmente relacionados con delitos de contenido sexual contra menores (Ley Adam Walsh), secuestro o retención ilegal. Otra causal de descalificación, es la falta de ingresos suficientes o, en su defecto, de un copatrocinador para subsidiar económicamente a su familiar. También, un mal record crediticio o demasiadas deudas a su cargo pueden afectar el trámite de residencia.
En cuestión de trámites migratorios, hay que ser muy diligente al momento de informarnos del tema concreto que nos interesa y muy cauteloso al momento de tomar decisiones al respecto.
Consulte con los que saben y, sobre todo, huya de los “coyotes” y demás consejeros inescrupulosos. ¡Cuente con nosotros en lo que podamos servirle!
“Los planes fracasan cuando no se consultan, pero tienen éxito cuando se pide consejo a los que saben.” (Proverbios 15:22 PDT)
CEO y Co-Founder de Serrano Jaime Consultores. Abogado y Notario de El Salvador, Diplomado en Estudios Bíblicos y Teológicos, MBA por FUSAI. Más de 25 años de experiencia asesorando empresas, emprendedores, ONG’s y familias en Derecho Mercantil, Civil y Administrativo, Escrituración y Notariado, así como procesos Sancionatorios, Contenciosos y Constitucionales. En su servicio con ONG’s cristianas, ha impartido cursos de movilización misionera en República Dominicana, Venezuela, Perú y toda Centroamérica. Escritor de El Surfista de Dios, editor y colaborador para Revista Derecho y Negocios y otros medios.