fbpx

Una Profesión concebida para ser Honorable (III)

Concluyo con la exposición del tema que nos ocupa, sobre la honorabilidad de nuestra profesión de Abogacía,  luego de haber introducido en la parte I y parte II aspectos como la historia, la problemática y otros.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Ante todo este pandemónium, esta confusión generalizada acerca del verdadero valor y rol trascendental del abogado, ¿Qué podemos hacer?… ¿Seguir de espectadores, fingir que nada sucede o simplemente considerarlo como irremediable?…

Es indiscutible que podemos comenzar luchando por promover y dignificar los valores de nuestra honrosa carrera, a través de nuestro testimonio profesional íntegro y siempre dispuesto a traducir en la práctica todos y cada uno de los Mandamientos de Couture.

Lo cierto es que muy probablemente lo hemos estado haciendo por años, cada uno en su bufete, su despacho de gobierno, su tribunal, su cátedra universitaria, etc.; y tal vez no hemos visto mayores cambios a nuestro derredor, salvo de aquellos circunstancialmente más cercanos (colaboradores, compañeros, discípulos, socios, etc.) que decidieron dejarse influenciar por nuestro ejemplo.

Una profesión concebida para ser Honorable

En realidad, el cambio deseado sólo puede provenir de un esfuerzo conjunto, de una decisión tomada a nivel de Asociaciones de Abogados, que de manera intencionada y permanentemente, decidan promover por todos los medios a su alcance, la nueva puesta en vigencia de los valores olvidados de la profesión de abogado.

Una Asociación de Abogados, legal o de facto, debe aspirar a ser algo más que una reunión de amigos y conocidos, hermanados por una profesión común, capaces de organizar agradables tertulias y un rico intercambio de ideas u opiniones. Algo más que una plataforma idónea para intentar hacer realidad determinadas aspiraciones o adquirir buenos “contactos” dentro del gremio. Hoy más que nunca, debe responder al ideal supremo que dio lugar a su génesis: dignificar la profesión de abogado y hacerla brillar como se debe dentro del espectro nacional.

Una estrategia eficaz sería el reclutamiento, a través de diversas actividades de promoción, de estudiantes de derecho y abogados jóvenes, cuyas mentes todavía no han sido contaminadas por la problemática apuntada, y quienes pueden ser advertidos a tiempo de la misma y sus terribles consecuencias sobre la propia carrera.

Ellos, debido a su juventud, están llenos de aspiraciones y sueños, como nosotros en su momento, y realmente añoran el consejo sano y maduro de los que llevamos años en el ejercicio profesional.

Necesitan de guías confiables, que con su propia vivencia les lleven a la convicción de que es posible desarrollarse y prosperar como abogados honestos e íntegros; y que la sociedad salvadoreña urge de profesionales del Derecho, que reivindiquen el ordenamiento jurídico integral y garanticen la plena vigencia de la justicia, la equidad y el estado de derecho.

De entre estos jóvenes, con toda seguridad ubicaremos, apoyaremos y – en su momento – promoveremos, a aquellos llamados a convertirse en los futuros líderes de una nueva generación de abogados, que hagan plena realidad los imperativos conductuales contenidos en el Art. 143 de Ley Orgánica Judicial:

“¿Prometéis bajo vuestra palabra de honor ejercer fiel y legalmente la profesión de Abogado, no favorecer a sabiendas ninguna causa injusta y separaros de aquélla en que hubieseis comenzado a intervenir, desde el momento en que conozcáis que ella es injusta; no aconsejar ni consentir que se empleen medios reprobados por la ley o la moral para hacer triunfar los asuntos; y dirigir o representar a los pobres gratuitamente con toda diligencia?”

Que el Señor nos guíe y fortalezca en esta loable cruzada, por recuperar todo el esplendor de pasadas épocas, y hacer del abogado salvadoreño una garantía real de honradez y eficiencia profesional, un verdadero baluarte de las aspiraciones patrias.

Publicamos contenidos de interés en el área legal para empresas, organizaciones y familias. Suscríbase.

0 comentarios en “Una Profesión concebida para ser Honorable (III)”

  1. Pingback: Una Profesión concebida para ser Honorable (II) – Serrano Jaime Consultores

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *